Ibis N. Hernandez

Thank you all for coming here and lending me your support in this difficult moment.

I just wanted to say a few words to let you have a glimpse of the special person that was my Mom, Ibis.

She was born in Ponce, Puerto Rico – the Island of Enchantment. She was one of those enchantments for me. As a young girl, she endured a lot of hardship which molded her – making her a fighter – tenacious – always striving to achieve the best = thereby inspiring me to do the same.

Some of you actually had the opportunity to meet her. Others only got to “know” her through my memories of her that I shared.

She was my heart, my treasure, my priceless diamond, my beautiful rose, my hero, my inspiration, a poet, a musician, an artist, a sportswoman as well as a wonderful wife and mother – the best I could imagine anyone could have. She was truly a woman to admire. My love for her was unequal.

In her life, she was multitalented – a jewelry designer, a school crossing guard, a beautician, a barber, and an artist. She sewed clothing and even curtains, helped paint her home and did other home repairs. She knitted and crocheted clothes and even a bedspread.

She was a champion – doing 9 NYC marathons and other races including biathlons, triathlons, bike races, roller blade competitions, and even ice skating – earning numerous medals and awards.

As a talented artist, her work was exhibited in many prestigious places including but not limited to the United Nations, St John the Divine Cathedral in Manhattan, the Spanish Consulate, and others. Some of her works are displayed in this venue now. Her artistic imagination and passion is evident in the lifelike quality of the work you see. She even “recreated” the painting of Artist Pierre August Cote entitled “The Storm” which is displayed here. She did this painting for me because it was one of my favorites when we visited the Metropolitan Museum of Art in Manhattan together. The painting where you see an artist’s hand painting Jesus on the cross is modeled after her own hand. Clearly her imagination was fantastic.

We enjoyed doing many things together including traveling and martial arts – specifically Tae Kwon Do. Though we could not be paired to spar together because I could not strike her, but she did not hold back her defensive strikes against me.

My Mom was very outspoken – clearly speaking her mind – letting you know how she felt and thought – even commenting on the moves I made while playing pool. Her smile displayed her dimples which I loved, and her smile invited you to smile with her. Her humor was contagious. She had an inspiring zest for life – living it to the fullest. Essentially, she taught me to always strive to achieve my dreams and passions. She also inspired others to do the same. I knew that she loved me and had my back.

More importantly, she knew how to treasure her loved ones. She even celebrated Thanksgiving more that once a year for me because she knew how much I enjoyed her Thanksgiving turkey and trimmings – despite the fact that she did not particularly care for turkey. She was an excellent cook – especially her roast pork and lentils with white rice – my father’s favorite dish.

I feel privileged to have had her as a part of my life. Her loss has left a hole in my heart. I am trying to celebrate her life. She will never be forgotten. My love for her was unequal and will never fade. I miss you so much Mommy – say hello to Dad and everyone else where you are now in Heaven.

Love you forever,

Martha-Ibis Blake

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Gracias a todos por venir y brindarme su apoyo en este momento difícil.

Solo quería decirles unas palabras para que pudieran tener una vistazo a la persona especial que fue mi Mamá, Ibis.

Nació en Ponce, Puerto Rico, la Isla del Encanto. Ella fue uno de esos encantos para mí. De niña, soportó muchas dificultades que la moldearon, convirtiéndola en una luchadora, tenaz, siempre esforzándose por alcanzar lo mejor, inspirándome así a hacer lo mismo.

Algunos de ustedes tuvieron la oportunidad de conocerla. Otros solo la "conocieron" a través de los recuerdos que compartí de ella.

Era mi corazón, mi tesoro, mi diamante invaluable, mi hermosa rosa, mi heroé, mi inspiración, poeta, músico, artista, deportista, además de una maravillosa esposa y madre - la mejor que podría imaginar. Fue una mujer verdaderamente admirable. Mi amor por ella fue inigualable. En su vida, fue multitalentosa: diseñadora de joyas, guardia de cruce escolar, esteticista, barbera y artista. Cosía ropa e incluso cortinas, ayudaba a pintar su casa y hacía otras reparaciones. Tejía y tejía a crochet ropa e incluso una colcha.

Fue campeona, participando en nueve maratones de Nueva York y otras carreras como biatlones, triatlones, ciclismo, patinaje sobre ruedas e incluso patinaje sobre hielo - ganando numerosas medallas y premios.

Como artista talentosa, su obra se expuso en muchos lugares prestigiosos, como las Naciones Unidas, la Catedral de San Juan el Divino en Manhattan, el Consulado de España y otros. Algunas de sus obras se exhiben ahora en este espacio. Su imaginación y pasión artísticas son evidentes en la calidad realista de las obras que se ven. Incluso "recreó" la pintura del artista Pierre August Cote titulada "La Tormenta", que se exhibe aquí. Me hizo esta pintura porque era una de mis favoritas cuando visitamos juntas el Museo Metropolitano de Arte de Manhattan. La pintura donde se ve la mano de un artista pintando a Jesús en la cruz está modelado por su propia mano. Claramente, su imaginación era fantástica.

Disfrutabamos haciendo muchas cosas juntas, incluyendo viajar y practicar artes marciales, especialmente Taekwondo. Aunque no podíamos entrenar juntas porque yo no podía golpearla, ella no se detenia en sus ataques defensivos contra mí.

Mi madre era muy franca: decía lo que pensaba con claridad, te dejaba saber cómo se sentía y pensaba, e incluso comentaba los movimientos que yo hacía al jugar al billar. Su sonrisa dejaba ver sus hoyuelas, que me encantaban, y su sonrisa invitaba a sonreír con ella. Su humor era contagioso. Tenía un entusiasmo inspirador por la vida, y ella vivio su vida al máximo. En esencia, me enseñó a esforzarme siempre por alcanzar mis sueños y pasiones. También inspiró a otros a hacer lo mismo. Sabía que me quería y me apoyaba.

Y lo más importante, ella sabía apreciar a sus seres queridos. Incluso celebraba el Día de Acción de Gracias más de una vez al año por mí, porque sabía cuánto disfrutaba de su pavo y los adornos de Acción de Gracias, a pesar de que a ella no le gustaba mucho el pavo. Era una excelente cocinera, especialmente su cerdo asado y sus lentejas con arroz blanco - el plato favorito de mi padre.

Me siento privilegiada de haberla tenido en mi vida. Su pérdida me ha dejado un vacío en el corazón. Intento celebrar su vida. Nunca la olvidaré. Mi amor por ella fue inmenso y nunca se va a desparacer de mi memoria. Te extraño mucho, Mami. Saluda a Papi y a todos los demás donde ahora estás en el cielo.

Te quiero siempre,

Martha-Ibis Blake